Mi primer pensamiento del día fue aquella ocasión en la que probé por vez primera el Aqua d´Or de Bodegas Torres. Lo degustaba recargado en la barra del 7 Pecados mientras en pequeños sorbos me iban explicando el proceso de destilación de este delicioso vino de postre. Todo se agolpo en mi mente; el bouquet, el gusto, el color. Pude por ese breve instante sentir como se me humedecían los labios al empinar levemente la copa.
El resto del día no es distinto y me veo entre recuerdos y anhelos, tomando diversos espíritus; en copas globo, flautas, en higball y old fashion, frozen, sin hielos, con jugos, derechos, acompañado, con una buena platica, con una canción, bañandome, antes de dormir, o para maridar un plato.
Me alejo, o al menos eso pretendo, de esos pensamientos viendo el calendario cada vez y contando los días. Como eso no funciona pienso en los beneficios de la abstinencia y en el objetivo primario.
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NADA.
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Considero como opción la cerveza sin alcohol pero me detengo y lo pienso dos veces. No se como demonios pero ya estoy metido en una tienda y ahí enfrente de mí están. Lights, cero, obscuras, ámbar, claras, en lata, retornables y no retornables. Al lado vodkas, ginebras, vinos.
Un sorbo, eso es todo lo que necesito, no más. Un solo sorbo que me recuerde su sabor, su aroma.
Meto la mano a mi bolsillo y sin ver cuento, no hay problema es suficiente.
Han pasado un par de minutos, tal vez cinco y sigo frente al refrigerador, acerco la mano izquierda a la manija y a medida que la alcanzo puedo sentir el frió atraves del vidrio. Lentamente abro la puerta y doy un paso hacia adelante, De esos pasos pequeños y tímidos como los que se dan en la primaria al hacer fila para las ceremonias. Escucho el trabajar del motor y como los envases chocan y tintinean.
Tomo una clara y una obscura, no retornables. Azoto la puerta y casi dando tumbos atravieso el establecimiento.Dejo el dinero sobre el mostrador y casi corriendo con las botellas en las manos salgo del lugar. A lo lejos escucho al tendero decir algo de un cambio; no me importa.Estoy exaltado y ansioso, muy torpemente abro la botella de cerveza clara y bebo a grandes sorbos,
puedo sentir como se sale por las comisuras de mi boca y
se escurre por la mandíbula hasta el cuello.
Todavía no la termino y abro la obscura,
aún con cerveza clara en la boca tomo de la obscura.
Cierro los ojos y me dejo llevar por la magnifica sensación que me envuelve en ese instante.
El frió que recorre mi garganta hasta llegar al estomago,
los restos de cerveza escurriendo por mi maxilar hacia mi pecho,
el sabor,
el aroma.
Abro los ojos y veo a la distancia a una señora que me observa entre asqueada y curiosa. No me importa estar casi en medio de la calle y que los automovilistas me griten, disfruto ese instante como si todo se hubiera detenido.
Limpio con el puño de la camisa mi boca y comienzo a caminar mientras me termino ambas cervezas.
Camino lo suficiente hasta encontrar un OXXO y compro más cerveza; analizo la distancia del próximo (OXXO) y decido comprar tres.
Hago dos escalas más hasta llegar a mi casa. Compre Skyy, UDL, Cubaraima y Presidencola. Todos me los bebí antes de llegar sin un peso a casa.
... estoy borracho y me quedo dormido en la sala con la tv encendida ......................
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regreso a la tienda; sigo ahí con la mano en la manija. La puerta esta cerrada pero siento el frió atraves del vidrio. Sonrió y me doy la vuelta. Camino lentamente y miro a los ojos al tendero.
Un día mas de sobriedad.
Miro al cielo y el sol brilla a pesar de estar nublado. Brilla intensamente y brilla para mí.