41 Días

Siempre he tenido una muy amable relación con el alcohol.

He bebido derecho, de lado, en las rocas, con jugo y con refresco, en días de calor, en días de otoño, deprimido, extasiado, soñoliento y alegre. He bebido en camiones, en la calle, en aviones, manejando, entre sorbos mientras tengo relaciones, mientras tomo un baño ó después de una buena sesión de ejercicio. Acompañado de un desayuno nutritivo, para dormir, para la digestión, para darme valor con una ladie, pa los guamazos, para olvidar.

He bebido vodkas, rones, cervezas de todos colores, brandy, gin, tequila, aguardientes; los he combinado todos y los he tomado todos. En vasos largos, en vasos cortos, en copas caras y en envases de refresco; en tazas, en pepsilindros, en jarras, en shots o directamente de la botella.

Me despido de ti dulce elixir de vida, que me has dado tanto placer, tanto gozo... me despido por unos días, que me parecerán años, que me parecerán una eternidad.

Recordaré tu cálido beso al paso de cada sorbo; recordare cada vez que durante un día caluroso saciabas mi sed, que durante una noche fría calentabas mi cuerpo mientras recorrías mis entrañas.

Se que me esperaras, añejandote; a mí, tu hijo prodigio.