martes, febrero 12, 2008

Bodas de Cannán (versión México)

... y entonces de la obscuridad aparecio una centella. Su calido fulgor abrazo todo mi cuerpo llenandome de una bendita calma, el miedo se fue escurriendo y un aroma a flores inundo el recinto. Fue entonces que lo pude ver claramente y Él, estirando cuanto pudo su brazo izquierdo me abrazo y con angelical voz dijo:
“No te preocupes hijo mío,
yo pago el siguiente pomo”

Se escuchan trompetas celestiales.